lunes, 9 de noviembre de 2009

Angie: discreta y con clase

Angie

Veo el caso de Ángeles Molina Fernández, Angie, acusada del asesinato de Ana Páez, y no puedo lamentar más que ésta haya tenido la mala suerte de haberse creído su amiga.

Nos muestran a una chica glamurosa, que se mueve en un Porsche Carrera 911. Al parecer una chica bella -me da cosa usar esta palabra-, digamos que lo es de fuera. Una chica con muy buena imagen social, qué otra imagen si no.

Veo la capacidad de simulación, y hasta dónde se puede llegar cuando se es indiferente al sentir ajeno y se carece por completo de todo sentimiento de culpa. Me pregunto si acaso sentirá algo por el error propio, por no haber hecho algo "bien", una huella en su hiperbólica autoestima. La veo dirigiéndose a su objetivo como una triunfadora nata, con las ideas claras: a dónde va, a quién hay que eliminar para lograrlo, incluso a costa de quién se catapultará a un mundo socializado, del mundo de la good people al mundo de la high society. Una mujer moderna, trabajadora, eficiente; una mujer amante, con novio, con vida social. "Obsesionada por la línea", dicen; iluminada por las focos del éxito, digo. Tampoco: es su representación.

Al final de la noticia aparece una declaración de una chica, Silvia, hermana de un anterior novio, después marido, de Angie que murió en circunstancias extrañas. Tenía el marido, o exmarido, cómo no, un seguro de vida, aunque para él fuera, quizá, un seguro de muerte:

Desde Canarias, otra mujer, llamada Silvia Álvarez, ha declarado ante la policía. Esta persona cuenta cómo murió su hermano, Juan Antonio Álvarez, el 22 de noviembre de 1996: “Mi hermano conoció a ‘Angie’ en el 90, ella decía que era noble y tenía dinero, tierras con frutales… Se casaron; luego vimos que su padre era taxista; todo era mentira. Mi hermano me dijo que le había sacado diez mil dólares y se había ido a Madrid”. Silvia añadió que su hermano murió desnudo al lado de la cama, que en su cuerpo encontraron detergente. Y que tenía un seguro de vida: ochenta millones de pesetas.

Pero Angie es una chica con clase:

Incómoda por la situación y después de que otra presa le gritara "asesina" en la biblioteca, Molina Fernández solicitó ser trasladada de centro penitenciario..."

Eso de que una chica vulgar le gritara algo tan "incómodo" a una chica noble, debe ser de lo más duro de su estancia, pero Angie es una mujer discreta:

que ha participado en todas las actividades que le han sido posibles: manualidades, pintura, cerámica, educación física. Y colaboró como auxiliar en la escuela, donde ayudaba a sus compañeras a hacer más llevaderas las clases...
La veo trabajando en su "defensa", cómo no, en riguroso silencio. Y es que Angie es una chica discreta, una chica con clase.



Enlaces:

El crimen más seguro
Crimen Perfecto
Crimen de mujer, crónica de reportera
Disfressada per matar
Crimen Perfecto (Periódico de Aragón).


2 comentarios:

merzulo dijo...

Buena sensibilidad, estoy muy de acuerdo contigo.

Anónimo dijo...

Menudaa Pedazo de Zorra

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