jueves, 27 de mayo de 2010

Conspiren y apunten

Poblando todo tipo de escritos en prensa, radio, televisión, universidades se encuentran vocablos que a un servidor le chocan. Hace ya años que un primer vocablo que se ha propagado con gran éxito "de crítica y público" es influenciado. Sí, por ejemplo, leemos (u oímos) que

"La música de Beethoven estaba influenciada por el espíritu de su tiempo",
por ponernos elevados, parece que a casi todo el mundo le gusta la expresión. A mí, desde la posición de una persona sencilla es una frase que me choca. Parto de este sentimiento, luego pienso que debería decirse:

"La música de Beethoven estaba influida por el espíritu de su tiempo".
Es una palabra extraña, ya digo, para los que no somos eruditos. Influenciado, supongo que deberá su éxito a que "suena mejor", esto es, suena más rimbombante, más pomposo, lo que en los medios de comunicación hace que anide prometedoramente. Lo curioso es que lo moderno actualmente se enmascara hablando con pocos o ningún cultismo, lo que nos da una máscara de muy majetes, muy enrollaos, muy guays, como el gesto de arremangarse las mangas de la camisa del político en un mitin. Sin embargo, el verbo influenciar ha eliminado casi por completo la palabra castellana que todos habíamos leído, oído y usado, tan simple y llana como influir. El impulso de este post se debe a que recientemente releía al inicio de un libro de Juan Luis Arsuaga la frase "Dos citas que se recogen en el Diccionario de cine de Fernando Trueba han influido..." ¿Creerán que la subrayé? Lo hice porque es toda una rareza leer este verbo tan sencillo: simplemente influir. Es un placer leer un lenguaje preciso y natural, esto es, sin influencias (influenciaciones) gratuitas.


Lo que puebla desde hace unos cuantos años el noventa por ciento de los textos, charlas, conferencias, y ya no veo posibilidad de ir "atrás", es el verbo influenciar. Sí, yo influencio, tú influencias, él influencia... A que les suena bien, ¿verdad? Claro. También, siendo ya coherentes, podemos decir que "la influenciación de la música de Beethoven está en..." No digan ustedes que "La influencia de la música de Beethoven...", que igual aparecen como paletos. Paleto, por cierto, es una palabra que ha caído en desuso. Tal vez la decadencia de su uso revele la máscara social de nuestro tiempo. Lo moderno es hablar en lengua local. Nada importa que sea una extraña mezcolanza de castellano y nuestra lengua, porque ello se debe al secular dominio de una lengua impuesta. Lo moderno es hablar una lengua que, como todas, procede de la "imposición" del último, que en casi toda la península fue la influencia grecolatina, aunque tenemos otras fuentes, cómo no. Ya los romanos, al fin y al cabo, incorporaban extranjerismos. Influirse es lo natural, influenciarse, no.

Como no me parece bien que ustedes ("los españoles") me influencien, me dejo influenciar por todo extranjerismo de buen grado.
Claro que si esta actitud fuera, al menos, una elección...

¿De dónde viene la influencia?

Tal vez la aceptación de estos vocablos se deba a la influencia (influenciación) de tantos traductores, con una esmerada formación académica propia de "la generación mejor preparada", sea del campo que sea la formación curricular, y muy alejados del paletismo secular que sin duda disculparía a generaciones pretéritas.
O quizá el éxito se deba a que gran parte de nuestra élite, traductora o no, en los medios de comunicación, hayan leído la palabra influence (del inglés) o, tal vez, del francés. Alguien me había dicho, años ha, que en un diccionario aparecía influenciado como un "galicismo reprobable". Personalmente creo que su éxito reproductivo viene de influencia usamericana.

Teorías conspiratorias

De todas formas no se apuren: el Diccionario de la RAE ya ha aceptado la invasión del término influenciar, aunque para salvar la dignidad lo remite a influir. En lo que estoy pensando ahora es en las teorías conspiratorias: ¿se debe todo esto a una conspiración?, ¿se dedican simplemente a infiltrar tergiversadores? Lo digo porque la actitud que muestra Trapiello en El grito en el cielo, ¡con lo culto que es él!, parece ir en la línea colaboracionista, aunque para él igual es solo colaboradora. De todas formas, lo de Trapiello parece más de psicoanálisis de la impostura, o del despecho, no sé.

¿Eran los franceses mayormente colaboracionistas con los nazis, o simplemente suspendieron su proverbial chovinismo?

Obvio es que no estoy en contra de los extranjerismos per se. Chovinismo es de origen francés, y es un gran término. Recientemente leía una nota a pie de página de una traductora llamada Regina Hernández Weigand (a ver si le llega esto) de inglés a español en la que mostraba placer en vocablos curiosos "que ampliaban su vocabulario". Decía que scrumping significaba específicamente "robar manzanas, y solo manzanas". Ya quisiera yo esta actitud para con nuestra lengua. Lástima que "influenciar" recorra toda su traducción al español ("En tanto que influencia a esos cuerpos,...", etc.). Ummm.
Cursiva

Persona

Por cierto, ocultar algo es la actitud más extendida en el orbe lingüístico de la política, pero no es de extrañar, porque persona era el nombre que tenía la máscara o careta que usaban los actores de la tragedia para hablar -per sonare-. Por cierto, de género femenino. Para hombres "persono", que diría Aído. Claro que le concedemos el derecho a equivocarse, pero sostenello y no enmendalloooo... Es lo que tiene una autoestima hipertrofiada, pero tampoco se lo vamos a reprochar, habiendo sido su ascensión más rápida que la de Edurne Pasabán.

Notar, ya que va de la lengua, el gran parecido que hay entre las palabras conspirar y conjurar.

No obstante, sigan ustedes escrutando con lupa la cuestión del género en la lengua como imposición machista. Tanto detenimiento, amén de contar con "subvenciones culturales", ahora engrosadas por las subvenciones de un Ministerio de Igualdad con lo que se denominaría
"subvenciones igualitaristas", buscando coherencia lingüística. Claro que lo malo es lo que desigualan por otro lado.
Bueno, que se jodan los hombres (de ahora), que a los de antes ya no podemos.
Mientras, su titular, Bibiana Aído, sí que se ha igualado, con los de arriba, claro, y a una rapidez que pone en tela de juicio que la velocidad de la luz no se pueda superar. Aunque no sé muy bien qué fue antes, si la invención del Cargo o la del Ministerio; es que la tecnología de vanguardia se me escapa. ¿Habrá truco?


Al fondo se oye el rumor de un pelotón de soldados, marchan al son de una canción:

Conspiren conjuren.
Trepen influencien.
Dejense influenciar.
Sean enrollaos
Sean modernos
Van a fusilar a alguien, es de género femenino.

¡Descansen!, ¡ar!
Apuuuuuun... tennnn...

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Hablando de influencias, dejo una noticia que va de "influenciaciones", ¡ya ven que se lo pasan en grande!:


1 comentario:

Viandante dijo...

Increíble el hijo de la gran p. que hace fumar al hijo! Francamente que hay una gente en el mundo!

Sobre la etimología y usos de "influence", en el inglés, estuve revisando y también aparece como palabra extranjera tomada del francés. Aquí esta el link por si te intersa http://www.etymonline.com/index.php?term=influence

Te paso otro link interesante, ahora sí en espanol y sobre el origen de la palabra en nuestra lengua. http://etimologias.dechile.net/?influencia

Slaudos y un abrazo

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